¿Fascitis plantar o espolón calcáneo?
Los pies están entre las partes del cuerpo que más sufren a diario y, curiosamente, también entre las más olvidadas en el cuidado personal diario. Se trata de extremidades que soportan todo el peso de nuestro cuerpo y las cargas que sostenemos a diario, nuestro contacto directo con el suelo.
Además, los pies también se ven muy afectados por el tipo de calzado que empleamos a diario. Solemos escoger los zapatos según el gusto estético o la moda, sin reparar demasiado en la salud de nuestros pies y daño que pueden hacer aquellos que no nos permiten tener una correcta pisada.
A lo largo de la vida, puede ser común empezar a notar molestias en esta parte del cuerpo tan entregada al movimiento diario. Pero, ¿cómo saber de qué se trata?, ¿sabrías distinguir entre una fascitis plantar o espolón calcáneo? A continuación, te ayudamos a hacer el diagnóstico.
¿Qué es un espolón calcáneo?
El espolón calcáneo se da cuando el hueso del talón crece en una forma de lanza o de triángulo. Sucede comúnmente cuando la fascia plantar tiene que soportar una carga para la cual no está preparada, y hace un esfuerzo prolongado. A causa de esto, se generan unas pequeñas roturas que acaban formado una especie de nuevo hueso y, como consecuencia, se genera una sensación de dolor y pinchazo en la zona del talón.
El síntoma más común de esta afección es el dolor intenso en la parte interna del talón. No obstante, se pueden percibir también algunos calambres por todo el pie. El dolor es producido por la irritación o inflamación de los tejidos que rodean a los huesos.
Aunque este puede ser realmente molesto cuando se padece, lo cierto es que existe algunos remedios para el espolón que pueden ser bastante efectivos, y algunos de ellos se pueden practicar fácilmente en casa.
¿Qué es una fascitis plantar?
Exponerse a la fascitis plantar es tener una de lasa causas más habituales de dolor de talón, por lo que hay una gran cantidad de personas que la padecen. Se trata de una inflamación del tejido que atraviesa la planta del pie, es decir, la llamada fascia plantar.
Se caracteriza por presentar un dolor que es punzante y que puede ser más pronunciado durante los primeros pasos de la mañana, tras varias horas de reposo. Tras caminar durante un tiempo, esta sesión molesta puede empezar a disminuir.
De esta patología no se conoce con tanta exactitud la causa. Sin embargo, los expertos determinan que es más común en las personas que fuerzan esta extremidad, como los deportistas o los pacientes que padecen sobrepeso.
Diferencias entre fascitis plantar o espolón calcáneo
La principal diferencia entre la fascitis plantar y el espolón calcáneo es la fuente del dolor y el tipo de este. Además, las causas pueden ser algo distintas y también el área afectada. Estas son las principales diferencias:
El dolor
La fascitis plantar presenta un dolor que es punzante y se ubica en la planta del pie. Resulta mucho más intenso cuando se empieza el esfuerzo o el movimiento tras mucho tiempo de reposo, por ejemplo, en las primeras horas del día o tras mucho tiempo sentado. El espolón, sin embargo, presenta un dolor en la parte interna del talón y puede generar pinchazos en el resto del pie.
La causa
La causa de la fascitis plantar es la inflamación del tejido interno de la planta del pie, mientras que el espolón tiene su origen en una calcificación del hueso que transcurre por el talón.
Los factores de riesgo
Los factores de riesgo para la fascitis plantar son la edad, el ejercicio físico, el sobre peso y los hábitos de vida, especialmente la costumbre de permanecer mucho tiempo de pie o tener una profesión que obligue a ello. Sin embargo, al espolón calcáneo también se exponen las personas con pies planos o arqueados y las que emplean un zapato duro en exceso durante periodos de tiempo prolongados.
¿Cómo saber si tengo fascitis plantar o espolón calcáneo?
Cuando se sienten molestias en el pie o en el talón, lo más adecuado es acudir a un especialista para que pueda hacer un diagnóstico diferencial. Ya que los síntomas son bastante similares, es muy complicado saber de antemano su se trata de una fascitis plantar o un espolón calcáneo.
Para llegar a una conclusión más precisa, el especialista hará una serie de pruebas e indagará en los antecedentes familiares. Además, es común que se pregunte a los pacientes sobre sus hábitos de vida, costumbres, deportes a practicar o tipos de calzado.
Lo que será totalmente determinante será la prueba de radiología. Al ver el pie se puede observar la calcificación del hueso del talón en el caso de un espolón calcáneo, pero si esto no se presenta estaremos ante una fascitis.
Independientemente del diagnóstico, lo cierto es que las molestias y el tratamiento van a ser muy similares. Lo ideal a partir de ese momento va a ser conseguir descansar esta zona afectada para dejar que incluir esa sobre carga o mal hábito que está dañando el pie. Es conveniente seguir las indicaciones del médico y guardar el reposo necesario para que no aparezcan complicaciones.