Sauna de infrarrojos: beneficios de utilizarla con regularidad

Ana Gómez
Ana Gómez

Las saunas son espacios de lo más relajantes que tienen una gran cantidad de adeptos. Habitualmente, se instalan en las viviendas que cuentan con espacio para ellas o en centros de diferente naturaleza, tanto deportivos como de bienestar o spa.

El funcionamiento de estas maravillosas salas se basa en el vapor de agua y las altas temperaturas. Al tomar las sesiones en una sauna el cuerpo produce sudoración mediante la cual se eliminan toxinas y se mejora la circulación de la sangre. Son buenas para el estado de ánimo y también para el organismo.

Con el paso de los años y la llegada de nuevas tecnologías, las saunas también han cambiado. En la actualidad existen las saunas de infrarrojos, pero, ¿sabes qué son?, ¿conoces todos sus beneficios? En este artículo te lo contaremos todo sobre ellas.

¿Qué es una sauna de infrarrojos?

La sauna de infrarrojos es la que usa este tipo de luz para crear el calor en lugar de emplear vapor de agua caliente. La principal diferencia es que, en las versiones tradicionales, se calienta todo el aire del ambiente para elevar la temperatura del cuerpo. Con este tipo de sauna, se calienta el cuerpo directamente sin modificar el clima ambiental.

Lo que hacen por los usuarios las saunas es alterar la temperatura para provocar un estado similar al del cuerpo durante la práctica deportiva: sudoración, calor, aumento de la frecuencia cardíaca… Sin embargo, las saunas infrarrojas proporcionan los mismos efectos sin necesidad de llegar a temperaturas tan elevadas. Esto las hace más agradables y mucho más cómodas para las personas que no aguantan bien la sensación de calor.

Lo ideal para disfrutar de sus beneficios es emplearlas de manera regular. Para ello, puedes consultar los modelos disponibles en este enlace: https://www.piscinasathena.com/tienda/saunas/saunas-nobel/saunas-de-infrarrojos/ Si la instalas en tu jardín podrás disfrutar de ella siempre que quieras y empezar a notar en primera persona sus múltiples ventajas.

Beneficios de la sauna de infrarrojos

En el momento en el que se adquiere la rutina y se usa la sauna de infrarrojos con regularidad se pueden empezar a notar los beneficios que proporciona. Estos son los más importantes.

Relaja la tensión muscular

El calor penetra en los tejidos, se promueve la circulación sanguínea y se consigue relajar los músculos, así como aliviar las contracturas. Este tipo de recursos son los que se emplean en las técnicas de fisioterapia, precisamente, para ablandar los tejidos. Por lo tanto, es de gran ayuda para las personas que padecen dolores a menudo o que hacen deporte de manera regular.

Elimina las toxinas

Gracias a la sudoración que produce la sauna de infrarrojos en nuestro cuerpo conseguimos eliminar una gran cantidad de toxinas y deshechos que el cuerpo no necesita. Es una forma de limpiarlo y cuidarlo por dentro. Eso sí, es importante ir reponiendo la hidratación bebiendo antes y después de las sesiones.

La terapia de calor

La terapia de calor tiene la finalidad de acabar con el dolor. Es realmente efectiva para personas con diferentes patologías que presentan dolor en el cuerpo, en las articulaciones o en los músculos. Es mucho más efectiva que la sauna tradicional para esta misión, ya que no aporta humedad ni malestar por las altas temperaturas del ambiente.

Para la salud de la piel

En este proceso vamos eliminando las células muertas y las toxinas de la piel. Esto consigue que la calidad de esta mejore y que veamos como luce más suave, joven y elástica. Es por este motivo que encontrarás cámaras de infrarrojos en una buena cantidad de centros de estética.

Adiós a las calorías

Entre la sudoración y el aumento del ritmo cardiaco, la sauna de infrarrojos consigue acelerar el metabolismo y deshacerse de todas esas calorías que no hemos conseguido quemar con nuestro esfuerzo en los entrenamientos. Si se hace de manera regular, ayudará a que las dietas sean más efectivas y perdamos peso a más velocidad.

Reduce el estrés

Otra de las circunstancias que se crean es que, mientras se está en una sauna de infrarrojos, se están segregando endorfinas. Sucede igual que cuando nos ponemos a hacer ejercicio físico. Esto va a conseguir reducir el estrés, los cuadros de ansiedad y mejorar considerablemente el estado de ánimo.

¿Cómo tomar una sauna de infrarrojos?

Para tomar una sauna de infrarrojos tendrás que guardar una hora de tu tiempo en total aproximadamente. Deberás seguir los siguientes pasos:

  • Retirar la ropa y las joyas, también beber un vaso de agua para tener hidratación en todo el proceso.
  • Darse una ducha y limpiar el cuerpo bien para prepararlo.
  • Secar todo el cuerpo a conciencia, hay que meterse sin restos de agua para evitar riesgos o quemaduras en la piel.
  • Se configura la sauna con la temperatura a elección.
  • En las primeras sesiones hay que acostumbrar al cuerpo al calor, conviene no excederse de los 20 minutos. Después, ya se puede permanecer hasta 45 minutos.
  • Si no se tiene ninguna patología, se puede dar una ducha fría al terminar. Si se tienen problemas cardíacos, esto no es recomendable.

¿Qué son los rayos infrarrojos y qué beneficios aportan?

Los rayos infrarrojos se suelen aplicar con una frecuencia capaz de introducir calor en la profundidad de la piel, llegando hasta los 2 mm aproximadamente en su interior. El calor que se impregna es capaz de estimular la circulación sanguínea, de regenerar los tejidos, aportar oxígeno y crear nutrientes nuevos de una forma natural.

Los beneficios son incontables, por eso, los infrarrojos se emplean en fisioterapia o en los salones de belleza. En las capas más profundas nos alivian el dolor y reparan la musculatura, mientras que a nivel superficial podemos observar cómo se eliminan las células muertas y la piel cobra un aspecto más radiante.